Inicio > La estafa > Contadores electrónicos: La estafa interminable > Los dos deseos (cumplidos) del galán Ignacio (2/3)




Galán: Eso no es nada. Mi gallina es capaz de comerse una olla de cocido.

El camarero coge de la cocina una enorme olla de cocido y la pone sobre el mostrador. En dos minutos, la gallina la deja vacía.

Camarero: Es increíble. ¿Dónde ha conseguido usted esta gallina, D. Ignacio?

Galán: Pues verá usted, yo iba paseando ayer domingo por una playa virgen de Doñana y de pronto tropecé con algo que sobresalía de la arena. Me agaché y resulta que era una botella muy antigua. Le quité el tapón, para ver qué contenía, y, zas, del interior salió un genio, que me dijo: Amo, acabas de poner fin al encierro al que hace dos mil años me condenó un brujo. En agradecimiento, pídeme dos deseos, que te los concederé de inmediato.

Camarero: ¿Y usted qué le pidió?

Galán: Pues de primer deseo, le pedí ser presidente de mi compañía.

Camarero: ¿Y de segundo?

Galán: Una polla insaciable

Y desde entonces, el galán Ignacio es presidente de su compañía (de teatro) y tiene una polla insaciable.

Me ha venido a la memoria este chiste al leer en un medio de comunicación que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, considera que los consumidores deben acostumbrarse a pagar más, con objeto de que las compañías eléctricas puedan realizar las inversiones necesarias para recortar las emisiones de dióxido de carbono.

Como la polla del galán Ignacio, el presidente de Iberdrola es insaciable, pues quiere más y más a pesar de pertenecer a una casta con ingresos multimillonarios.

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